Creada y dirigida por Diego Luna, la serie llega a Netflix para contarnos que “El amor no tenía absolutamente nada que ver con el matrimonio”, según explica su protagonista y donde muy a su manera nos lleva por su relación que mas allá del amor, es mas bien una forma de culpar la falta de honestidad en la pareja y una forma fácil de decir: El Matrimonio no sirve, es una basura, un constructo… ojo aquí … para ellos dos.
Una versión mexicana de Marriage Story, enfocada en la pelea por la custodia de su única hija, “No hay una receta para un buen matrimonio”, dice en un momento Julia en un evento familiar. “Pero si la encuentran, pasensela a mi papá, que ya lleva tres”.
Pero: ¿De que se trata?
La historia de Julia (Lucía Uribe Bracho) y Ruy (Flavio Medina). Ella una diseñadora que habla con lenguaje inclusivo y él un crítico de rock en crisis de mediana edad. Han tomado la decisión de acabar con su pareja y deben resolver como transitar ese proceso junto a su hija (Isabella Vázquez), Además de abordar un sin fin de temas donde el machismo, feminismo, la inclusión, el matrimonio, los ideales de pareja, el divorcio, entre otros, se convergen, el actor Flavio Medina, asegura que la serie nos invitará a reflexionar si estamos dispuestos como sociedad a seguir con los modelos que nos han enseñado. (la respuesta es NO).
La serie consta de ocho episodios, y se destaca por el escenario urbano de la capital mexicana (la temática de la pandemia se incluye de una manera sutil), el uso de un soundtrack interesante, el lenguaje inclusive y hasta los inserts animados apuntan en esa línea. “La serie nació de la intención de contar una historia de amor actual, que sucediera en el México que yo vivo, en el entorno al que pertenezco. Me planteé hacer una comedia, pero en el camino terminó siendo más un drama con humor”, expresó Luna.
“No es una serie que te da respuestas, no te dice qué esta bien o está mal, sino que te confrontan con situaciones complejas que tú como espectador te empujan a preguntarte y responderte tú esas preguntas”, afirma Lucía Uribe.
Bien se dice que este tipo de historias hacen que el espectador reconsidere, piense, se haga preguntas y hasta se incomode… por mi parte creo que el problema no es el matrimonio, no se trata de cuestionar un “final feliz” pues el matrimonio es todos los días, donde muchas de las decisiones de esta pareja ya venian arrastrando culpas y apuntes de dedo, aquí la cuestión es: ¿No eres feliz en tu matrimonio? … ¿Qué tienes que hacer al respecto? ¿No hay cambio?… ¿El Divorcio? ESTA BIEN, no es un fracaso, es el inicio de TU felicidad. Siempre hay que empezar por el amor propio.
Hay una frase que escribe Julia (y para no darles spoilers) la colocaré sin contexto: “Para cárcel, mi matrimonio: Esto qué”, pero si recordamos la canción de otro Actor, Productor y Director para una de sus comedias: “Espose de basura, basurota serás” … no me queda nada más que preguntarme ¿si no eres feliz, que estas haciendo ahí?. (No es fácil, pero es necesario.)