Netflix lo vuelven a hacer con The Residence, una serie que toma el clásico whodunit y lo llena de humor, estilo y un elenco que sabe lo que está haciendo. Si eres fan de Knives Out, Glass Onion o cualquier historia donde un detective excéntrico desenreda un asesinato con elegancia, esta es para ti.
Detrás de la serie está Shondaland, la productora responsable de éxitos como Grey’s Anatomy, Scandal y Bridgerton, lo que significa que podemos esperar personajes memorables, diálogos afilados y un ritmo adictivo. Paul William Davies, guionista de Scandal, es el creador de esta historia basada en el libro The Residence: Inside the Private World of the White House, que explora la vida del personal que trabaja tras bambalinas en la residencia presidencial.
El asesinato en la Casa Blanca (pero sin política, gracias)

La historia arranca con un crimen en el lugar menos esperado: la Casa Blanca. Durante una cena de Estado en honor a Australia, A.B. Wynter (Giancarlo Esposito), el jefe de ujieres, aparece muerto. La policía de D.C. llama a la única persona que puede resolver el caso: Cordelia Cupp (Uzo Aduba), una detective con un ojo clínico para los detalles y un nivel de desapego emocional que raya en lo cómico. Su estilo es un homenaje a los detectives de antaño: inteligente, meticulosa y sin paciencia para la estupidez ajena. Randall Park la acompaña como un agente del FBI que simplemente trata de mantenerse al día con ella. Spoiler: fracasa estrepitosamente.
Un Clue en la Casa Blanca

La lista de sospechosos es amplia y variada. Está el asesor presidencial (Ken Marino), la ambiciosa asistente que esperaba el puesto de Wynter (Susan Kelechi Watson), el hermano problematicón del presidente (Jason Lee), el chef de carácter volátil (Bronson Pinchot), e incluso la suegra del presidente, que tiene una fijación con su reloj digital. Todos tienen motivos, y la serie se encarga de dejar migajas de pan para que el espectador juegue a ser detective junto a Cordelia.
Referencias y humor que sí funcionan

Lo divertido de The Residence es que no se toma demasiado en serio. Hay diálogos afilados, momentos absurdos bien colocados y un respeto absoluto por el género del misterio. Cada episodio lleva el título de una referencia pop a historias de asesinatos (Knives Out, Dial M for Murder), y el capítulo final es una oda a las grandes revelaciones de detectives clásicos: todos los sospechosos reunidos, tensión en el aire y Cordelia dándole la vuelta al juego. Eso sí, con una duración de 90 minutos, ese final pudo haber necesitado tijera.
Uzo Aduba se roba el show

Si alguien hace que la serie funcione, es Uzo Aduba. Su Cordelia Cupp es la mezcla perfecta entre Hercule Poirot y Miss Marple, pero con un sentido del humor seco que la hace irresistiblemente divertida. Su obsesión con las aves (sí, es una experta en aves) y su capacidad para incomodar a la gente con silencios prolongados la convierten en un personaje que podría sostener una franquicia entera. Netflix, ¿para cuándo una nueva temporada con Cordelia resolviendo otro crimen en otro lugar igual de caótico?
Veredicto final

The Residence es un misterio bien ejecutado, con el balance justo entre intriga y comedia. Si te gustan los acertijos, los elencos coral de lujo y los diálogos ingeniosos, ponla en tu lista. La única pregunta que queda es: ¿por qué no estamos teniendo más series así?